22.2.11

Desde un principio no sabía lo que buscaba. Había pasado por tanto como para darme atrás. Estaba casi llegando al mejor punto, el mejor momento, mi mejor momento, pero ¿quería estar en ese punto? Nunca antes me lo había preguntado, nunca antes había pensado cuando parar, o por lo menos hasta que punto quería llegar. Me sobrepase, llegue más lejos de lo que esperaba. Quería hacerme a un lado pero algo en mi interior me decía que siguiera, tal vez era el simple recuerdo de todo lo hecho para por fin lograr lo logrado. Y si, lo logre, o por lo menos estuve muy cerca. Me di cuenta que no quería eso, no sé si me arrepentía pero por lo menos tenía en claro que no estaba dirigiéndome a ese lugar que yo esperaba, el verlo tan imposible, me hizo pensar que nunca iba a poder llegar, pero ya cuando casi llego, me pregunte, ¿quiero llegar? No, no quería llegar. Aprendí que todo lo que uno quiere lo puede logar, que nada es imposible. Pero en medio de ese aprendizaje, me aburrí. Y eso termino de responder mi horrible pregunta, ¿Quería estar en ese punto? No, no quería. Aburrirme fue una de las causas que podían arruinar el esfuerzo hecho para llegar a ese lugar, pero no lo tome en cuenta. Así estoy, feliz al verme donde estoy, sin arrepentirme de nada, pero aburrida en mi misma historia, en la historia que yo hice, una historia que no sé cómo terminar, ni sé como terminara, una historia sin fin.