Hoy me desperté preguntándome si valías la pena. Después de mucho tiempo, dejé de pensar en vos, y pensé en mí. Recordé, en una fracción de segundos, todo lo que había negado, ignorado, desaprovechado por, ni más ni menos que, vos. Tras una serie de recuerdos, descifré cual era el dilema en nuestra historia de “amor”. Si, hoy puedo decir que soy libre, libre de tu voz, tus pensamientos, tus miradas, básicamente, de vos. Hoy puedo decir que, no me importas. Hoy descubrí el peor acertijo, VOS NO VALIAS, NO VALES, Y NO VAS A VALER LA PENA EN MI VIDA. Hoy, te dije adiós.
(Me falta creérmelo)