28.2.11

Ninguno tenía la valentía suficiente para hacérselo saber al otro. Ambos temían acerca de cuál sería la reacción que se presentase. Se atraían hasta con las miradas, solo bastaba con un par de palabras y entre ellos; se entendían. Pero los miedos y la inseguridad que los recorría no los dejaba actuar. ¡Ese fue! ese fue el secreto de amor que nunca se animaron a plantear, por miedo. ¿Miedo a qué? AL RECHAZO.