Recuerdos. Me dedicaba a “revivir” aquellos momentos significativos, o no, de mi vida. Vivía gracias y por mis recuerdos. Ellos, eran la base de mi felicidad. Despertarme y recordar se volvieron una rutina de cada día. Hoy, ¿Recordar? ¿Para qué? Vivir, me dedico a vivir, aprovechando aquellos momentos simples, o no, de mi vida. Vivo gracias y por mi vida. Es la base de mi felicidad. Despertarme y vivir es parte de mi rutina de cada día.