Las cosas
no se estaban dando bien, el tiempo pasaba y la relación mezclaba intereses con
humores. Ella lo sabia; de a poco caminaban; muy lentamente, a su fin. No quería
perderlo, no se imaginaba mirándolo con otros ojos. El la quería; la quería como nunca a nadie. Pero se empezó a interrogar a sí mismo. ¿Iba a
soportar mucho tiempo más así? Los dos se amaban, juntos eran felices. Pero los dos sabían que a veces las cosas
para salir bien tienen que terminar. (Ninguno de los dos quería terminar, pero tampoco querían
seguir así.)