2.10.11


Entonces el teléfono ya no me importaba; tu voz seguía hablando como si nada y eras un ruido más. Me había dado cuenta de algo, algo que había cambiado la forma de verte. Entendí, entendí que somos diferentes, y que la diferencia no nos acompañaba.  Sabía que no te podía cambiar, que te tenía que aceptar como eras, y yo te aceptaba sin problema, pero ¿Iba; mi futuro; a aceptarte? Teníamos caminos diferentes. Supuse que lo único que me quedaba por hacer era esperar que el tiempo pase y nos aburriéramos de nosotros mismos juntos, de nosotros en una relación y así terminar. Te amaba, pero las diferencias de a poco nos iban separando.